Ante la creciente preocupación por los peligrosos cruces marítimos de contrabando, el representante estadounidense Mike Levin anunció esta semana que planea solicitar al Congreso 60 millones de dólares en fondos federales para instalar torres de vigilancia a lo largo de la costa de San Diego.
La medida se produce una semana después de que tres personas murieran al naufragar una panga con 18 personas a bordo frente a la costa de Del Mar. Una niña de 10 años también desapareció y se presume muerta.
“El accidente de la semana pasada nos demuestra que aún queda mucho por hacer”, declaró Levin, demócrata por San Juan Capistrano, en una conferencia de prensa el lunes en Del Mar. “A medida que nuestra frontera terrestre se refuerza, los actores maliciosos seguirán explorando nuevas vías para entrar en Estados Unidos”.
Levin solicitó fondos para el despliegue de torres de vigilancia autónomas a lo largo de las fronteras marítimas. Estas incluirían cámaras adicionales, radar y tecnología infrarroja para ayudar a interceptar amenazas marítimas, afirmó.
Esta tecnología se utiliza actualmente en la frontera terrestre entre Estados Unidos y México, según un portavoz de la Patrulla Fronteriza. Las torres de energía solar alcanzan hasta 10 metros de altura y tienen un alcance de 4,8 kilómetros de diámetro, según el sitio web de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU.
Las cámaras utilizan inteligencia artificial, según la agencia, para distinguir las preocupaciones reales de los falsos positivos. A medida que un grupo o un objeto de interés se desplaza, la vigilancia se transfiere de torre en torre, “manteniendo la vigilancia electrónica sobre la situación en todo momento”, explicó la agencia.
Cuando las torres detectan algo importante, los agentes sobre el terreno reciben una alerta en sus teléfonos o tabletas.
Hay torres para uso terrestre y marítimo, explicó Dave Maass, director de investigaciones de Electronic Frontier Foundation, una organización sin fines de lucro que defiende la privacidad digital. Añadió que el Reino Unido utiliza una tecnología similar para monitorear el Canal de la Mancha.
A nivel local, dijo, hay al menos una cámara marítima en una propiedad privada en Del Mar, al norte de Dog Beach, y otra en Friendship Park, a lo largo de la frontera con San Diego.
Maass dijo que no está claro qué vigilan las torres marítimas, si solo miran al agua o también ven gente en las playas.
“No creo que la gente tenga una idea clara de lo que están grabando y viendo”, dijo Maass. “Debería haber cierta transparencia al respecto, porque si están grabando gente en la playa, deberían hacerse preguntas”.
Levin dijo que fue informado sobre el incidente fatal de la semana pasada por las operaciones aéreas y marítimas de la CBP, así como por la Guardia Costera de EE. UU. Luego preguntó a los funcionarios qué se necesitaba para prevenir tales incidentes.
Añadió que espera que el sistema autónomo sea un elemento disuasorio para los contrabandistas, que suelen esperar a que llegue el mal tiempo para llegar a tierra. Con el mal tiempo, aumentan los riesgos de seguridad.
“Un denominador común que actualmente obstaculiza las iniciativas de interdicción y respuesta es la densa niebla o los problemas relacionados con las condiciones climáticas”, afirmó. “Ese fue el caso la semana pasada. Estas torres ayudarían a subsanar las deficiencias en nuestros esfuerzos de detección y a reforzar la seguridad de nuestras fronteras”.
A medida que disminuye el número de encuentros con migrantes entre los puertos de entrada terrestres, las autoridades han afirmado que los cruces marítimos podrían volverse más comunes.
Desde el inicio de la istración Trump, la Guardia Costera de EE. UU. ha triplicado sus recursos en la frontera sur “para mejorar la seguridad fronteriza, la aplicación de las leyes migratorias y proteger la integridad territorial de Estados Unidos”, declaró la agencia a finales de marzo.
Una familia devastada
El incidente de la semana pasada fue el peor desastre de tráfico marítimo en la región desde 2023, cuando ocho personas, todas de nacionalidad mexicana, murieron tras el naufragio de dos embarcaciones frente a la costa de Black’s Beach en La Jolla.
En la tragedia más reciente, tres personas —dos de nacionalidad mexicana y un niño de 14 años de la India— murieron en la playa. Una cuarta persona, la hermana de 10 años del niño, procedente de India, está desaparecida y se presume muerta.
Los padres de los niños se encontraban entre las cuatro personas trasladadas a un hospital de La Jolla, donde su padre se encontraba en coma. El hospital se negó el lunes a proporcionar información actualizada sobre el estado de los pacientes.
El sitio web de noticias Indian Express entrevistó al tío del hombre en coma, quien afirmó que su sobrino tenía un negocio, pero que la pandemia lo dejó en apuros económicos.
El tío, identificado como Anil Patel, afirmó que, según su conocimiento, la familia de cuatro había viajado a Londres con una visa de visitante en octubre. Supuso que regresarían. “No nos informaron que planeaban entrar a Estados Unidos por la vía ilegal”, declaró.
Patel afirmó que el Consulado de India en San Francisco informó a su familia sobre la muerte de los dos niños.
Intentos recientes de contrabando
Del Mar ha sido escenario de numerosos cruces marítimos en los últimos años. El jefe de salvavidas de Del Mar, Jon Edelbrock, afirmó haber respondido a cientos. El lunes, las autoridades municipales apoyaron públicamente los esfuerzos de Levin para mejorar la seguridad de la costa.
“Es importante recalcar que incidentes como este son peligrosos y ponen en riesgo a todos los involucrados”, declaró el alcalde de Del Mar, Terry Gaasterland. “Apoyamos los esfuerzos para llevar ante la justicia a los delincuentes involucrados en estas actividades de contrabando de personas y para evitar que esta actividad continúe en el futuro”.
Del 4 de mayo al sábado, se registraron 11 incidentes de contrabando marítimo en la frontera suroeste, según datos semanales de la Guardia Costera de EE. UU. en el sur de California. La semana anterior se reportaron otros nueve casos, que involucraron a 52 personas.
Durante un período de 13 horas el sábado, personal de la Guardia Costera interceptó tres embarcaciones sospechosas de contrabando frente a la costa de San Diego y detuvo a 18 personas, informaron las autoridades. Un capitán encalló intencionalmente su embarcación mientras era perseguido por una lancha de la Guardia Costera, mientras que otro solo se detuvo después de que un miembro de la tripulación de la Guardia Costera disparara balas de cobre al motor de la embarcación para inutilizarlo.
El primer incidente comenzó después de que una lancha de la Guardia Costera avistara un yate de cabina de 24 pies alrededor de las 4:40 a. m., activando sus luces azules al intentar detenerlo. El capitán aceleró hacia la costa y chocó intencionalmente contra la arena cerca de la playa de Windansea, donde 13 personas saltaron y comenzaron a correr.
Los agentes de Seguridad Nacional en tierra lograron detener a cinco hombres de México, una mujer de Cuba y una mujer de Guatemala. Seis lograron escapar, informaron las autoridades.
El segundo incidente ocurrió alrededor de las 2:40 p. m. cuando una tripulación de la Guardia Costera realizó un abordaje de seguridad de rutina en una embarcación de recreo de 20 pies a 2 millas al sur de Point Loma. La embarcación no tenía matrícula y las tres personas a bordo no estaban autorizadas a entrar en Estados Unidos. Los tres fueron detenidos y transferidos a funcionarios de Seguridad Nacional.
El último incidente ocurrió alrededor de las 17:50 h, cuando los agentes avistaron una cabina de 5,5 metros que se dirigía hacia el norte cerca de Point Loma y la observaron con cámaras de vigilancia mientras entraba en la bahía de San Diego, según informaron las autoridades.
La tripulación de un barco de la Guardia Costera intentó interceptar la embarcación, pero el capitán se marchó. La tripulación usó órdenes verbales y disparó varios tiros de advertencia con fuerza para intentar que el capitán se detuviera. Al no funcionar, un miembro de la tripulación disparó cuatro balas de cobre al motor para desactivarlo. La tripulación subió a la embarcación y encontró a ocho personas a bordo, entre ellas cinco hombres, una mujer y dos adolescentes. Todos fueron detenidos.
Además de la solicitud de financiación, el congresista también forma parte de un grupo bipartidista de legisladores que en febrero reintrodujo un proyecto de ley que busca ampliar la jurisdicción de la CBP de 12 a 24 millas náuticas de la costa.
“En concreto, aumentará la detección, la interdicción y, en última instancia, el enjuiciamiento de quienes intentan introducir cargamentos ilegales (narcóticos, grandes cantidades de dinero en efectivo, armas y víctimas de trata de personas) al país”, declaró la oficina de Levin en un comunicado de prensa.
El supervisor del condado de San Diego, Jim Desmond, republicano y candidato al distrito congresional de Levin, calificó la iniciativa de “demasiado escasa y demasiado tardía”.
“Mike Levin ha sido cómplice del caos que presenciamos hoy”, declaró Desmond en un comunicado. “Esto no es liderazgo, es control de daños políticos”.
Levin anunció el lunes que planea presentar la solicitud de financiación federal “en los próximos días”.
Original Story
Rep. Levin asks for surveillance towers along San Diego coast to prevent maritime smuggling
